FIFA investiga por sobornos al presidente de Conmebol

President of Conmebol Alejandro Dominguez speaks during a press conference to launch the joint candidacy of Uruguay, Argentina, Chile and Paraguay to organize the 2030 World Cup at AFA's headquarters in Buenos Aires on February 7, 2023. - The governments and football federations of Argentina, Uruguay, Paraguay and Chile launched on Tuesday in Buenos Aires the official candidacy to host the 2030 World Cup, a year that will coincide with the centenary of the first World Cup in Montevideo. (Photo by JUAN MABROMATA / AFP) (Photo by JUAN MABROMATA/AFP via Getty Images) President of Conmebol Alejandro Dominguez speaks during a press conference to launch the joint candidacy of Uruguay, Argentina, Chile and Paraguay to organize the 2030 World Cup at AFA's headquarters in Buenos Aires on February 7, 2023. - The governments and football federations of Argentina, Uruguay, Paraguay and Chile launched on Tuesday in Buenos Aires the official candidacy to host the 2030 World Cup, a year that will coincide with the centenary of the first World Cup in Montevideo. (Photo by JUAN MABROMATA / AFP) (Photo by JUAN MABROMATA/AFP via Getty Images)

La recordada redada de Interpol en el hotel Baur Au Lac de Zúrich, en la que cayeron detenidos muchos de los capitostes de la Concacaf y la Conmebol en mayo de 2015, cuando estaban en plena etapa de reuniones para reelegir a Joseph Blatter como presidente de la FIFA, representó una de las acciones principales de lo que se dio en llamar el FIFA-Gate, una investigación que logró demostrar, en la Justicia de los Estados Unidos, la connivencia delictiva entre las grandes empresas latinoamericanas de televisión y los dirigentes de las dos grandes confederaciones continentales.

De fondo, lo que se pudo demostrar, para lo cual se utilizó como topos a los “arrepentidos” (algunos culpables que negociaron reducciones de penas a cambio de grabar secretamente a sus interlocutores o directamente denunciarlos), es el mecanismo por el cual un altísimo porcentaje de dirigentes latinoamericanos de estas confederaciones recibían fuertes sobornos desde estos empresarios mediáticos para cederles por un precio vil, mucho más barato que lo que indica el mercado y aún habiendo recibido mejores ofertas de competidores, los derechos de TV de los grandes acontecimientos deportivos para que estos empresarios los revendieran por valores mucho más caros a otras empresas o lucraran con la publicidad de las transmisiones de fútbol de los torneos más importantes.

Entre los “arrepentidos” más importantes del continente sudamericano se puede señalar al fallecido José Hawilla, de la empresa brasileña Traffic, o a Alejandro Burzaco, la cara del monopolio argentino cuando fue CEO de una empresa que paradójicamente llevaba el nombre de “Torneos y Competencias”, como si alguna vez hubiera admitido alguna.

Durante la Copa América de Chile, a mediados de 2015, apenas días después de la redada de Zúrich, fuimos testigos de uno de los mayores esperpentos dirigenciales de la Conmebol: entre los capitostes que estaban detenidos en Estados Unidos y los que aún no lo estaban porque tenían pedidos de captura, el hotel que tenía que albergarlos estuvo vacío durante todo el mes, pese a que todos los gastos estaban pagos desde antes de iniciarse el torneo. Tanto fue así, que a un día de la final no se sabía quién entregaría la Copa, porque todos temían ser atrapados por la Interpol. Tuvo que llegar desde el otro lado del Océano un amigo de la casa, el español Ángel María Villar, presidente entonces de la Federación Española (RFEF), para ofrecerse como alternativa, por si las moscas.

Villar (a cuyo hijo Gorka colocó en la Conmebol aunque ni siquiera fuera sudamericano, y llegó a cobrar en un año más que Nacional y Peñarol uruguayos juntos) también cayó preso por corrupción y tuvo que pagar una fianza para salir de la cárcel en su país, y así se terminó un largo ciclo de 29 años al frente de la RFEF.

Tras aquella Copa América de Chile, y con los necesarios cambios dirigenciales por la obligada ausencia de los anteriores, estrechamente ligados a la corrupción, desde algunos sectores ingenuos se pensó que aquella fase de la historia había terminado y que desde ese momento comenzaba un tiempo de limpieza en el fútbol, aunque va quedando claro que no sólo nada de esto ocurrió, sino que las consecuencias de aquello fue simplemente la aparición de una segunda línea que estaba agazapada y que se hizo del control de la situación repitiendo los mismos esquemas generales, aunque supuestamente, tomando algunos recaudos para que no vuelvan a caer en las redes de las investigaciones criminales.

Cuando Gianni Infantino asumió como presidente de la FIFA en febrero de 2016, prometió que comenzaba un tiempo de cambio, y que la entidad volvería a ser respetada, dijo que habría un Comité de Ética que investigaría de manera independiente y que la entidad sería severa con quienes no cumplan con sus obligaciones o cometan actos de ilegalidad. Sin embargo, poco a poco se fue conociendo que todo seguía siendo igual, o muy parecido a la etapa anterior.

Es una regla muy clara: si esta segunda línea dirigencial trabajo con la primera plana corrupta, y los medios que ganan los derechos y los negocian con estos dirigentes son los mismos que antes, ¿por qué iba a cambiar el modus operandi?

Por aquellos tiempos en los que Infantino llegó al poder en la FIFA (no había otro candidato porque Blatter llegó a ser rechazado hasta por mandatarios nacionales europeos y Michel Platini fue inhabilitado para cargos por corrupción luego de haber sido presidente de la UEFA y ya hemos comentado la situación de Villar, los otros posibles), en la Conmebol estaba a punto de asumir el candidato único, el uruguayo Wilmar Valdez, pero a último momento le apareció un contrincante, Alejandro Domínguez, hijo del ex presidente de Olimpia de Asunción, Osvaldo Dominguez Dibb.

¿Qué fue lo que ocurrió para semejante cambio y un pacto para que Valdez le dejara su lugar? La explicación hay que buscarla por el lado de la continuidad del estrecho vínculo del nuevo presidente de la Conmebol con los mismos medios de siempre, aquellos que hasta meses atrás estuvieron vinculados al FIFA-Gate, en tanto que se temía que Valdez estuviera cerca de su compatriota, y considerado enemigo (por competidor) de toda esta red de medios monopólicos, Francisco “Paco” Casal.

¿Qué es lo nuevo de todo esto? Que por fin, en un mundo en el que escasean las pruebas, en el que se necesitó de una mega investigación desde un país poderoso que aunque sea lo haya hecho por motivos políticos (como que aquella dirigencia votara por la sede de Qatar para 2022 en desmedro de la propia a cambio de suculentos favores), aparecieron los documentos, las comprobaciones, como que siendo presidente de la Asociación Paraguaya, el actual mandatario de la Conmebol, Alejandro Domínguez, aceptó una oferta de casi 8 millones de dólares menos, proveniente de “Ciffart Sports” (un maquillaje de la empresa “Full Play” de Hugo y Mariano Jinkis, padre e hijo que si no fueron extraditados a Estados Unidos por el FIFA-Gate, fue sólo porque la Justicia argentina lo denegó) por los derechos de transmisión para las eliminatorias de las Copas del Mundo de 2014 y 2018 que la que trajo por los mismos derechos de TV la empresa “Tenfield” de Casal. Si ésta ofertó 17 millones de dólares, Ciffart otorgaba apenas 9 pero el dirigente “respetó” la oferta de menor valor, siguiendo con aquel esquema de sus antecesores sudamericanos.

En las últimas horas, “Die Welt”, el diario alemán, dio a conocer que el Comité de Ética de la FIFA viene investigando a Domínguez por esta situación gracias a la denuncia hecha por el grupo de periodistas “Sin Falta” de Paraguay (@Sinfaltapy), que detalló por Twitter que el ex presidente de la AFP y ahora de la Conmebol recibió sobornos para aceptar una oferta sustancialmente menor que la de la competencia.

Los periodistas de “Sin Falta” obtuvieron la denuncia del “arrepentido” argentino Alejandro Burzaco acerca de los cobros de sobornos por parte de Domínguez así como en su momento hizo lo propio con el ex empresario de la compañía “Fox Sports”, Carlos Martínez, por pago de sobornos. El ex CEO de Torneos y Competencias indicó en los Estados Unidos, en el juicio por el FIFA-Gate, que Domínguez tenía un acuerdo de soborno con la empresa “Full Play” (la que estaba detrás de “Ciffart”), y también consiguieron un audio en el que Mariano Jinkis reconoce este acuerdo. Más claro…

Ahora es el turno de que el Comité de la FIFA, que investiga el caso desde 2017, actúe en consecuencia. Si la FIFA se encuentra en un momento tan distinto al anterior y no quiere quedar manchada otra vez, deberá actuar de inmediato. Por lo pronto, acaba de terminar la reunión del Consejo de la FIFA en Ruanda y Gianni Infantino no tuvo contrincantes en su postulación para la reelección como presidente hasta 2027, en lo que considera que es su segundo mandato y no el tercero (se le permiten tres), porque considera que aunque gobernó tres años de los cuatro entre 2015 y 2019, no corresponden a su primer período, con lo que se abre una puertita para seguir hasta 2031.

Durante la conferencia de prensa anterior al inicio del Mundial de fútbol femenino de Francia en 2019, le preguntamos a Infantino por qué la FIFA seguía otorgando los derechos de transmisiones de TV a los mismos grandes grupos empresarios de siempre cuando muchos de ellos están involucrados en hechos de enorme corrupción, en vez de vender esos derechos a mucho más bajo costo y a empresas medianas o pequeñas de todo el mundo. La respuesta fue que ese razonamiento tenía “un 200 por ciento de razón” y prometió que lo iba a cambiar, aunque en Qatar 2022, todo siguió con el mismo esquema.

La esperanza es lo último que se pierde, pero desde el modus operandi de los dirigentes de uno y otro lado del océano, las cosas no parecen haber cambiado. ¿Será distinto esta vez y habrá justicia?

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10 Mundiales. 11 Copas América. 6 Mundiales de Clubes. Ex director de las revistas “Orsai” (Argentina), y “Fútbol Total” y “Deporte Total” de México Autor de los libros “El negocio del fútbol” (1995), “Maradona, rebelde con causa” (1996), “El deporte de informar” (2001) y “AFA, el fútbol pasa, los negocios quedan” (2017) y editor para América en español del libro “Messi” de Guillem Balagué (2014). Actual columnista de www.jornadaonline.com (Argentina) y “El Tren” (Radio Cooperativa de Argentina), corresponsal de la revista “Kicker” (Alemania) y colaborador de www.infobae.com (Argentina) y revistas de Inglaterra, Francia, Japón, Holanda y Dinamarca. Blog: www.sergiol-nimasnimenos.blogspot.com