Los detalles de la gala de la FIFA en la que Argentina arrasó con todos los premios

Argentina and Paris Saint-Germain forward Lionel Messi (L) receives from FIFA President Gianni Infantino the Best FIFA Mens Player award during the Best FIFA Football Awards 2022 ceremony in Paris on February 27, 2023. (Photo by FRANCK FIFE / AFP) (Photo by FRANCK FIFE/AFP via Getty Images)

Ni siquiera puede decirse que hubo grandes sorpresas. Tal como la mayoría de los presentes (ex futbolistas, entrenadores, periodistas, miembros de la FIFA) se imaginaba, en la abarrotada y hermosa sala de conciertos Pleyel, a metros del Arco de Triunfo, el fútbol argentino fue la gran estrella de la noche y arrasó con los cuatro premios “The Best” a los que estaba postulado, dejando en claro el excepcional momento que vive luego de ganar la pasada Copa del Mundo en Qatar.

Ya pasaron dos meses y medio de aquella impresionante final, pero los ecos persisten y de varias formas. Por un lado, los protagonistas albicelestes ganando premios que dedican, en gran medida, a los hinchas, al país, a miles de anónimos que se multiplicaron en las calles en todo el mundo para festejar luego de años muy complicados en lo socioeconómico, o a sus familiares, a los que destacan por haber estado en los momentos complicados de sus carreras, que fueron muchos, como no podría ser de otra manera.

En París, recorriendo las distintas funciones de los asistentes a la gala, como quien esto escribe, recabamos que igual que en Qatar, hace dos meses y medio, ocurrió algo muy extraño, que no sucede muy a menudo, y es que casi la totalidad de los presentes pretendía que no sólo Lionel Messi ganara el premio mayor, sino que todos sus compatriotas lo hicieran, y luego se destacó en gran parte de los medios la emotividad de los argentinos a la hora de tomar el micrófono, contrastando con el resto.

Y quizá en esa pasión, también reflejada aunque en un precario castellano por “El Tula”, presentado extrañamente como “Tula Bombo”, el veterano hincha que estuvo presente en todos los Mundiales desde 1974 alentando a la selección argentina, quien recibió el premio a la mejor hinchada (habría sido una mejor idea que la FIFA se lo hubiera dado a alguno que haya hecho sacrificios económicos para viajar, o al autor de la letra de la popular canción “Muchachos” antes que a alguien que por años vivió del apoyo político y de los sponsoreos cercanos al poder), , pueda estar gran parte de la clave del éxito de esta selección argentina en todo el ciclo de cuatro años, porque no es sólo el Mundial: el equipo de Scaloni ya antes había ganado la Copa América de Brasil en 2021, venciendo a los locales en una recordada final en el Maracaná, y luego, la “Finalísima”, aunque más no sea ante el desvencijado conjunto italiano, del que el vencedor no tiene la culpa de su crisis. Y si no se llevó la Copa América, también de Brasil, en 2019, fue porque la Conmebol no quiso ir al VAR en dos jugadas de claro penal en la semifinal ante los locales en Belo Horizonte.

Argentina’s coach Lionel Scaloni delivers a speech after receiving the Best FIFA Mens Coach award during the Best FIFA Football Awards 2022 ceremony in Paris on February 27, 2023. (Photo by FRANCK FIFE / AFP) (Photo by FRANCK FIFE/AFP via Getty Images)

Quien escribe está convencido de que aquella semifinal perdida muy injustamente ante Brasil en 2019 (este periodista le preguntó al entrenador Lionel Scaloni tras el 3-0 a Italia en la “Finalísima” si aquella derrota no fue uno de los mejores partidos del ciclo y recibió una confirmación por parte del DT) desató una rabia positiva, unió al grupo de manera definitiva, luego de entender que ese era el camino, el del buen fútbol, el de representar a los argentinos de la manera en que sienten este juego, con los resultados ya conocidos.

Puede debatirse, en todo caso, el premio al mejor arquero, porque Emiliano “Dibu” Martínez puede pelearlo con el belga Thibaut Courtois, pero el Mundial fue absolutamente decisivo, porque si es por regularidad y efectividad, el del Real Madrid ganaría con claridad, pero cuando se trata del año mundialista, todo cambia, y el gran torneo se convierte en decisivo, por la importancia histórica y sociocultural que tiene.

Pero tanto el premio otorgado (una vez más) a Lionel Messi, como el de Scaloni, no admiten discusión. Desde algún sector del Real Madrid queda una extraña resistencia a la estrella argentina que viene de aquellos increíbles tiempos de los duelos Mourinho-Guardiola, pero sorprende que la animadversión sea mayor ante quien fue simplemente un duro rival que contra Kylian Mbappe, su principal competidor (y compañero en el PSG) cuando el francés dio un soberano portazo a los blancos que tuvo repercusión internacional.

Argentina and Aston Villa goalkeeper Emiliano Martinez delivers a speech after receiving the Best FIFA Mens Goalkeeper award during the Best FIFA Football Awards 2022 ceremony in Paris on February 27, 2023. (Photo by FRANCK FIFE / AFP) (Photo by FRANCK FIFE/AFP via Getty Images)

Es tanta la inquina, que ahora el austríaco David Alaba debe andar aclarando por los rincones de la capital española que si votó por Messi como capitán de su selección fue porque se trató de un sufragio colectivo, del equipo, y no individual, como si casi le costara la salida por la puerta de atrás del Santiago Bernabéu por osar votar al “enemigo”. Así están las cosas en ciertos ámbitos del fútbol.

Por el otro lado, Scaloni acaba de renovar un contrato con la AFA hasta el Mundial 2026 que se promocionó en París pero que se fraguó en Palma de Mallorca, ciudad de residencia del entrenador, aunque parecería que no se terminaron de limar ciertas asperezas, como encontrar mejores rivales para las ventanas FIFA hasta que lleguen la Copa América y una clasificación que el entrenador define como “durísimas”, aunque desde ahora no deberían serlo: con 6,5 plazas para la Conmebol en el próximo Mundial, con apenas diez competidores, que a la selección argentina le costara llegar sería una sorpresa mayúscula.

Scaloni decidió desviar el eje de su crítica hacia la estructura internacional de partidos amistosos de la FIFA antes que hablar de la AFA y de su presidente Claudio Tapia, presente en París, para no generar más ruido cuando acaba de firmar la “continuidad” (palabra que prefiere usar el dirigente), pero es claro que no gusta demasiado eso de festejar el título a fines de marzo, ante su público, con entradas carísimas y ante rivales como Panamá o Curazao, pero es lo que hay. Para el director técnico, se trata de un problema de organización por culpa de la cerrazón de los europeos de jugar amistosos por estar centrados en la UEFA Nations League, pero los otros conjuntos sudamericanos suelen encontrar mejores rivales, aún así.

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El otro tema ríspido es el de los juveniles. Es evidente que Scaloni no menciona a Javier Mascherano, el encargado del sub-20 que no pudo clasificarse al Mundial de Indonesia dejando pasar en Colombia una gran oportunidad. El ex jugador del Barcelona renunció allí mismo pero desde la AFA no lo aceptaron y quieren que siga, pero el entrenador de la selección mayor no está conforme con eso. La gran pregunta es cuál es el proyecto cuando el ex volante central lleva poco tiempo desde que colgó los botines y quiso importar un plan “a lo Barcelona” para todos los juveniles, pero largó rápido todo para tomar el sub-20 cuando Fernando “Bocha” Batista, de gran trabajo hasta allí, fue cooptado por José Pekerman para irse con él a la selección venezolana.

Preguntas hay muchas, como si Messi o Ángel Di María llegarán al Mundial de 2026 (como Scaloni pretende y habla cada vez más alto), si la nueva generación tendrá lugar en su selección o si, como los dos antecesores campeones del mundo albicelestes, César Luis Menotti y Carlos Bilardo, seguirán respetando trayectorias, dejando de lado a las fulgurantes apariciones. “Tendré en cuenta el mérito y no la edad”, dijo el entrenador para el nuevo ciclo, y desde la expresión, parece saludable.

Como pocas veces, a partir de ahora, Scaloni trabajará con tranquilidad, con muchas me nos presiones, aunque los resultados y el desarrollo del juego, como siempre, irán marcando el camino, pero nadie le quita al fútbol argentino lo vivido en esta gala de la FIFA, por los tiempos de los tiempos.